sábado, 24 de octubre de 2020

Evento significativo de evaluación

Durante mi experiencia como docente, con el pasar de los años he ido perfeccionando las estrategias de intervención y de evaluación con mis estudiantes. Para mí la evaluación es un tema crucial en el proceso educativo y me ha cuestionado cómo aplicarla para que sea significativa, no sólo como un instrumento de medición, sino como un proceso que le permite a los estudiantes reconocer sus logros y sus dificultades.


En el año 2019 tuve a mi cargo un grado tercero, y se presentó la oportunidad de capacitarme sobre la evaluación formativa por parte del Programa Todos a Aprender (PTA) del Ministerio de Educación. Durante mi recorrido como docente siempre había escuchado hablar de la evaluación formativa y de una o de otra forma, estaba aplicando algunas estrategias pero aún me faltaba comprender muy bien esta forma de evaluar.


Aplicar esta herramienta de evaluación con mis estudiantes me ayudó a entender que la evaluación no es solo un instrumento para decidir quién gana o pierde, o alcanza o no los logros. Es un instrumento para que los estudiantes y docentes midamos el progreso en la adquisición  de aprendizajes. 


Aplicar con mis estudiantes estrategias como “Las luces del aprendizaje” por ejemplo, donde los niños hacían un proceso de evaluación de sus avances y mostraban la tarjeta verde, cuando estaban comprendiendo muy bien las actividades, amarilla si necesitaban ayuda para seguir desarrollando la actividad o roja si no comprendían la actividad y tenían que detenerse. Fue una de las estrategias que más les gustó a los niños, todos querían tener la luz verde y se esforzaban para que así fuera. 


O cuando llenaban “El tiquete de salida” porque ya habían alcanzado el objetivo de la actividad, en fin, fue toda una experiencia muy enriquecedora para mi y mis estudiantes. 


Me dí cuenta en este proceso, que es más importante que los niños evalúen sus progresos y dificultades, que seguir con el tradicional método “saquen una hoja”, actividad que hace que los niños se sientan intimidados y se bloquean, se les coarta la capacidad de demostrar y aplicar lo que saben.


Este año con todo este tema de la virtualidad, donde evaluar no ha sido fácil, he querido implementar estas estrategias, pero no han sido igual los resultados, por situaciones de difícil acceso por la conectividad a internet, los estudiantes con los que logro tener contacto son dieciseis de treinta y tres. Lo que he hecho es que al final de cada semana, los estudiantes se autoevalúan, me envían un audio por WhatsApp respondiendo a las preguntas ¿qué aprendí esta semana?, ¿qué dificultades tuve?, ¿cómo puedo seguir avanzando? 


Esa ha sido mi gran duda durante todos estos meses de educación a distancia, ¿cómo lograr hacer una evaluación formativa desde la virtualidad? 


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