¡¡¡ Cordial saludo a todos!!!
En esta oportunidad quiero compartirles la entrevista realizada a Ana María Gómez, docente de Lengua Castellana del grado quinto, en el Colegio Corazonista de Medellín. Ella nos da sus percepciones acerca del modelo de evaluación que imparten en la Institución donde labora.
El colegio propone una evaluación sumativa, constante. Este tipo de evaluación pone énfasis en los resultados, mas no en los procesos de enseñanza aprendizaje. Según Córdoba (2006) en esta forma de evaluación, la reflexión sobre los resultados evaluativos está centrada en lo que hace el estudiante, cómo responde a unas exigencias y si cumple o no con los objetivos propuestos: “saber unos determinados temas”
Como lo explica la docente esta evaluación hace énfasis en hacer un balance sobre qué aprendieron los estudiantes y el análisis de cómo aprendieron pasa a un segundo plano. Lo que produce un aprendizaje memorístico, centrado en resultados y restringe la reflexión del docente sobre cómo aprenden los estudiantes, sus fortalezas y debilidades en su proceso de construcción de nuevos saberes.
Lady, qué bueno saber que estuviste cualificándote para mejorar los procesos con tus estudiantes, a ellos nos debemos los profesores. Espero que la aproximación a la evaluación formativa te haya ayudado mucho en el proceso de enseñanza, pues no se trata sino de acompañar el proceso de aprendizaje que recorren los alumnos, estar al lado para saber qué requieren y ayudarlos a que sean ellos quienes alcanzan sus objetivos.
ResponderBorrarLo que señala Ana en su entrevista es para tomar con cuidado, pues la evaluación sumativa tiene bondades, a pesar de sus constantes cuestionamientos. Hacerla de manera constante puede lograr respuestas positivas por la constancia de los estudiantes, aunque el riesgo siempre es lo memorístico. El punto de reflexión es cómo lo asume la institución y cómo argumenta esta forma de evaluar, pues hay otras maneras, más concretas, de reconocer el aprendizaje de los jóvenes.